Por Ana Gerschenson |
En las primarias del año próximo competirían con Terragno
antiguos conocidos, como Ricardo Gil Laavedra y hasta el ex presidente de la Cámara de Diputados durante
el gobierno delarruísta, Rafael Pascual.
Pasan los años y los comicios, y la UCR no logra alumbrar una
nueva camada de dirigentes. Es una crisis que llegó a lo más alto en 2007,
cuando por primera vez los radicales tuvieron como candidato presidencial a un
peronista llamado Roberto Lavagna.
La muerte de Raúl Alfonsín en 2009 pareció reunificar a los
radicales, sin embargo, en 2011 se anunció una interna que no se hizo y el hijo
del ex presidente, Ricardo, fue un candidato presidencial sin el respaldo
homogéneo de sus correligionarios.
"Estamos mirando hacia adelante... Lo nuestro no tiene
explicación", ironizó ante WE un histórico dirigente radical. Y se refería
también a la reciente designación del ex diputado Marcelo Stubrin (fundador de
la histórica Junta Coordinadora Nacional en los 70) como representante del
radicalismo en la dirección de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
Audiovisual (AFSCA). A Stubrin lo propuso el senador Ernesto Sanz con la
bendición del presidente del partido, Mario Barletta, y causó revuelo entre
quienes esperan la renovación partidaria que no llega.
El internismo sigue siendo la marca registrada del
radicalismo. Basta con repasar el último comunicado de la mesa directiva de la Convención Nacional ,
a cargo del storanista Carlos Martín, anunciando que no asistirá a la reunión
partidaria convocada por Barletta para el viernes próximo, básicamente
argumentando motivos burocráticos, de mandatos cumplidos y reglamentos
incumplidos.
Tampoco se han puesto de acuerdo sobre el proyecto
oficialista para habilitar el voto a partir de los 16 años. El jefe de la
bancada de la UCR ,
Carlos Naidenoff, desoyó la postura de su colega en Diputados, el
constitucionalista Ricardo Gil Lavedra, y votó a favor esta semana de la
iniciativa que obtuvo media sanción en la Cámara Alta. La
decisión de Naidenoff fue precedida de llamados telefónicos cruzados de alta
intensidad discursiva que incluyeron también al senador Gerardo Morales.
Con las elecciones legislativas cada vez más cerca, los
radicales entienden que en 2013 no tendrán otra opción que reacercarse al FAP
para consolidar una propuesta electoral.
Claro que, después de los resultados del 2011, donde Hermes
Binner salió segundo con casi el 17 por ciento, cinco puntos por sobre Ricardo
Alfonsín, las negociaciones por un lugar en las listas no serán lo que eran
para la UCR. Aunque
en el distrito porteño, la figura del titular de la AGN , Leandro Despouy, ha
crecido a partir de su pulseada pública con el Gobierno. Pero no hay que
olvidar que Despouy es el mismo que Barletta quiso remover de la AGN a principios de año, fruto
de otra interna partidaria.
Julio Cobos, echado y luego perdonado por la UCR , es hoy el único que,
según muestran los sondeos, tiene un triunfo asegurado en su distrito, la
provincia de Mendoza. Pero el problema es que todavía le desconfían por
haberlos abandonado para unirse al kirchnerismo. "Seguramente va a ganar
en Mendoza, pero eso no lo va a convertir automáticamente en nuestro candidato
presidencial porque él sólo se preocupa por su libro y no por el partido",
adelantó un congresista radical. Cobistas y anticobistas, otra interna que se
viene después de 2013.
Es la historia radical: de la Renovación y Cambio de
Alfonsín en los 70 a
la Ni Renovación
ni Cambio de estos tiempos.
© we (EC)
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