Norberto Oyarbide fue separado de la causa contra Guillermo Moreno. |
En consecuencia, el tribunal (integrado por los camaristas
Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah) ordenó un nuevo sorteo para
que se determine el juez que deberá seguir entendiendo en la causa, resultando
designado este viernes el Juzgado Federal N° 4, a cargo de Ariel Lijo.
La causa había llegado a conocimiento de la Cámara luego de la
inhibición que había formulado por el juez Oyarbide, la cual no había sido
aceptada por su par Daniel Rafecas.
El martes último el juez federal Daniel Rafecas, que había
recibido la denuncia luego del apartamiento personal de Oyarbide, rechazó la
inhibición de su colega y advirtió que la excusa de una protesta en su contra
para dejar el caso podría derivar en manipulación de magistrados.
Oyarbide había sido sorteado la semana pasada para estar al
frente de la denuncia que radicó la despachante De Conto contra Moreno por
"amenazas, coacciones, malos tratos, abuso de poder, violencia de género y
exigencias indebidas".
Sin embargo, hubo un "cacerolazo" en la puerta del
edificio donde vive el juez, con duras críticas y cuestionamientos a su labor.
En ese marco Oyarbide decidió desligarse de la investigación
por "violencia moral", y el caso pasó a Rafecas, el mismo juez que
intervino en la causa Ciccone inicialmente y que fue apartado por las denuncias
públicas del vicepresidente Amado Boudou.
Pero Rafecas rechazó hacerse cargo de ese expediente por
entender que eran "inadmisibles" las excusas de Oyarbide, y señaló
que aceptarlas implicaría avalar el apartamiento de un juez por "cualquier
protesta de relativa magnitud o intento de amedrentamiento que reciba un
magistrado".
"Si desde el Poder Judicial se admiten este tipo de
apartamientos, dejaríamos librada la estabilidad de un juez en el marco de un
proceso en manos de las personas o grupos que puedan estar interesados en que
-según el caso- la causa avance o se paralice, y en la efectividad en
amedrentar o alterar la tranquilidad del magistrado interviniente", dijo.
"Por esta vía -advirtió-, estaríamos generando un nuevo
método de Forum Shopping dado que la metodología se podría repetir hasta que el
caso llegue a manos de un juez que satisfaga las expectativas de los activistas
de turno", advirtió Rafecas en la resolución a la que accedió DyN.
El clima de protesta a través de los "cacerolazos"
se extendió en la noche del 26 de septiembre al edificio de la calle Salta al
900 donde vive el secretario de Comercio.
Por eso fue que el Gobierno radicó una denuncia donde se
asegura que el funcionario fue víctima de mensajes "amenazantes, con tono
mafioso, intimidatorios y de incitación a la violencia", y la causa
también recayó en Oyarbide por sorteo.
El juez entendió que también debía excusarse porque ambos
casos, con Moreno como protagonista, estaban relacionados, pero su colega Ariel
Lijo rechazó el martes esos argumentos.
Informe: CIJ y DyN
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