Daniel Peralta salió fortalecido de su pelea con el kirchnerismo de Santa Cruz. |
De a poco, con gestos que hasta hace una semana eran
impensados, Cristina Kirchner afloja la embestida contra el gobernador de Santa
Cruz, Daniel Peralta, que en julio pareció hacer peligrar su continuidad.
Nada de eso ocurrió y ahora la presidenta aceptó que ningún
sentido tiene doblar la apuesta, sobre todo cuando se acercan las elecciones
parlamentarias que definirán si puede ir por otra reelección. Y en la última
elección legislativa, en Santa Cruz ganó la UCR.
Jaqueado por la falta de fondos, Peralta pidió hace dos
meses un endeudamiento de 200 millones de dólares pero chocó con la resistencia
de 16 de los 22 diputados del bloque oficialista, monitoreados por la
presidente y Máximo Kirchner. Julio De Vido, con historia en la política
santacruceña, hizo pública su oposición.
El gobernador buscó plata en el mercado luego de demorar el
pago de salarios y aguinaldos, que le ocasionó un duro choque con los gremios.
Ya le había ocurrido cuando aprobó el presupuesto en diciembre, el primer
capítulo de la pelea de Peralta y los jóvenes de La Cámpora.
Ni el ahogo financiero y ni siquiera el paro de la policía
que motivó la intervención del viceministro de Seguridad, Sergio Berni, motivó
a Peralta a renunciar. “Está claro que presionaron para que se fuera y no lo
lograron. Y ahora tienen que retroceder”, interpretó el santacruceño Alfredo
Martínez, senador radical.
La distensión no hace más que confirmar el fracaso del
Gobierno en su estrategia de acorralar a Peralta y a Daniel Scioli. Ambos
siguieron y, esta semana, se mostraron fortalecidos.
El gobernador de Santa Cruz recibió el primer gesto hace una
semana y no pasó inadvertido. El diputado Silvio Suárez, presidente de la Comisión de Presupuesto y
parte del grupo díscolo de los 16, confesó que había mantenido un diálogo con
Peralta.
“Hay que ponerle fin a esta guerra mediática que estamos
teniendo y lograr, entre todos, un consenso en cuanto a ideas políticas y así
comenzar un rumbo nuevo para empezar a salir de esta situación”, señaló, según
retrató La Opinión
Austral.
Suárez es de Perito Moreno, donde su intendente, Guillermo
Bilardo, un viejo conocido de la política austral con 13 años en el cargo,
había expresado su deseo de destrabar la pelea entre el Ejecutivo y los
legisladores.
Nada dijeron las dos principales espadas de La Cámpora : Matías Bezzi y
Mauricio Gómez Bull. Hace mucho que no se les escucha la voz, cuentan los
cronistas sureños, por orden estricta de Máximo Kirchner.
En la sesión de este jueves hubo más gestos para con
Peralta: los diputados rebeldes aprobaron 2 de los 40 artículos de una reforma
impositiva que el gobernador tenía cajoneada.
Parece poco, ero fue una señal de distensión, sobre todo por
tratarse de temas sensibles, como un aumento de las regalías mineros del 1 al
3% en boca de pozo del material extraído y un incremento a al 5% de la alícuota
de ingresos brutos para juegos de azar y 15% para Casinos. O sea, todos
proyectos para que Peralta engrose sus arcas.
Los camporistas mandaron a comisión varios proyectos
incómodos para Peralta, como el que pide desplazar de YPF a Ariel Ivovich, el
ministro de Economía de la provincia, nombrado por el gobernador.
En Santa Cruz creen que la paz recién se sellará si Cristina
recibe a los intendentes justicialistas y les garantiza que la sangre no
volverá al río. No sucederá este fin de semana, cuando se cumplan 2 años de la
muerte de Néstor Kirchner. Pero tal vez más adelante.
Informe: LPO
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