martes, 16 de octubre de 2012

Otra vez el salario docente es el eje de la discusión paritaria con el Gobierno provincial

Patricia Argañaraz, titular de la ADP, ante los
planteos salariales de la docencia salteña.
Salta Patricia Argañaraz, la titular de la Asociación Docente Provincial (ADP) está reuniendo todos los antecedentes posibles sobre las exigencias salariales de los maestros de Salta para presentarlas en la discusión paritaria con el Gobierno. Sin embargo, el ambiguo respaldo que recibió la dirigente por parte de Hugo Yasky, jefe de la CTA kirchnerista, parece frenar cualquier intento de negociación. El Gobierno fija un límite de 20% o 21% en dos cuotas. Desde la docencia exigen casi el 30% y en un solo pago.

Está claro que al gobierno de Juan Manuel Urtubey le interesa, sobremanera, llegar a un rápido acuerdo salarial con el sector docente para así poder extender un porcentaje similar al resto de la administración pública provincial o al de los profesionales de la salud.

Desde los ministerios de Educación y de Hacienda, saben que un conflicto con el magisterio salteño puede resultar en un desastre político para el Gobierno, al tiempo que puede disparar una serie de demandas de otros sectores que hoy la administración de Urtubey no está en condiciones de afrontar.

La titular de la Asociación Docente Provincial (ADP), Patricia Argañaraz, ya hizo saber que quiere que el gremio que comanda haga sus propias negociaciones, dejando el terreno del Frente Intergremial que siempre terminó acordando de acuerdo con las disposiciones oficiales, es decir, con cuentagotas y no más del 20%.

Sin embargo, Argañaraz, que es maestra primaria y conoce bien los pesares económicos de sus colegas, recibió el respaldo de la CTA de Hugo Yasky, pero con condiciones: paritarias pero lentamente y de acuerdo a lo que vaya saliendo con los gremios estatales de la Nación.

Yasky, que durante la gestión de Juan Carlos Romero ni siquiera se interesó por las luchas docentes provinciales cuando era entonces titular de la CTERA, ahora presiona para que las demandas del sector no excedan lo que pueda pagar el Gobierno provincial, es decir, no más del 20 o 21% en dos cuotas.

Argañaraz ha comenzado a visitar escuela por escuela y los reclamos docentes son similares: con lo que hoy cobran, no les alcanza para vivir. Cabe destacar, en ese sentido, que un maestro de grado con casi 25 años de antigüedad, no supera los $4.800 de bolsillo, con un básico que apenas excede los $1.200.

El magisterio, razonablemente pide más: un salario de bolsillo de $7.000 y un básico de $5.000, es decir, casi un 30%. Pero el titular de la CTA (Yasky) de Salta, Alejandro Wardi descalificó este último reclamo: “No se puede pedir un básico de $5.000 porque sino el sueldo de bolsillo se iría a más de $15.000”, dijo hace unos días en una radio local. Sin embargo, Wardi se refería al salario de los profesores, que superan con creces más de 60 horas semanales que el propio Gobierno quiere bajar porque entiende que es un despropósito la descomunal cantidad de horas que nadie puede rendir laboralmente.

El docente de grado, en cambio, tiene un sueldo bajo y la exigencia del básico de $5.000 sólo aumentaría unos pesos más para el bolsillo docente por lo que también se exige un sueldo de bolsillo de $7.000 para compensar ese desfasaje. Además, piden que el aumento sea retroactivo al mes de julio y en un solo pago y no en dos, como es la propuesta oficial.

En este marco, la titular de la ADP está reuniendo todas las exigencias de sus colegas para llevarlas a las discusiones salariales con el Gobierno. Pero, antes de eso, amplios sectores del propio magisterio le están exigiendo a Patricia Argañaraz que llame a una asamblea del gremio, a fin de llevar a la negociación paritaria, una posición consensuada. Esta semana, la secretaria de la ADP tomará una decisión al respecto.

Informe: www.agensur.info

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