Por Jorge Altamira |
La tentativa de Binner de ocupar la ‘pole position’
electoral con una campaña de recolección de firmas contra la re-re-re, no llegó
a embragar la segunda. La imagen de un Capriles, que unifique a los opositores
a Su Majestad, parece requerir una presión excepcional de los acontecimientos,
y lo mismo pasa con la posibilidad de que el oficialismo no sucumba ante una
tentativa de ir por la re-reelección. Por esto mismo, la aventura que ha
emprendido Pino Solanas para que se lo reconozca como candidato a senador con
posibilidades, se difumina en la soledad. A Pino no lo urge la situación
política sino la necesidad de borrar la impresión que dejó Proyecto Sur el año
pasado, cuando no logró atravesar las primarias para Presidente y ocupó un
lugar distante en la elección nacional en la Ciudad.
Frente de Izquierda
Este vacío político ofrece una oportunidad singular al
Frente de Izquierda. La izquierda, por su condición revolucionaria, debe tomar
la iniciativa política y delimitar en sus propios términos (no en los que
presentan los campos patronales), los verdaderos (históricos) campos en
disputa. Sin embargo, ocurre lo contrario: el Frente de Izquierda está
paralizado por los acontecimientos, incluso va a la rastra de ellos y hasta lo
hace con yapa, porque no acierta en adoptar una posición común frente a ninguno
de los episodios políticos de los últimos meses y, lo que es mucho peor, no se
advierte un propósito de clarificar las diferencias de caracterizaciones y
tácticas con vistas a reivindicar y destacar su objetivo estratégico, que es
convertir a la política nacional en una lucha de clases y avanzar hacia un
gobierno de trabajadores. El Frente de Izquierda deberá tener a corto plazo su
definición político-programática electoral y su lista de candidatos.
El solitario Solanas ha dejado de lado el enorme ego que le
adjudican sus amigos y parece dispuesto a volver al redil de Hermes Binner, el
‘socialista’ sojero que, aislado él mismo en un techo del 13% de las
intenciones de voto, lanza miradas acosadoras hacia una parte de la UCR. La naturaleza
distrital de la elección de renovación parlamentaria, parece venirle como
anillo al dedo a un enjuague oportunista, mediante alianzas diferentes en cada
distrito, dejando el frente nacional para 2015, que incluso podría zanjar las
candidaturas en las elecciones primarias (como ya ocurre en la provincia de
Santa Fe). Pero, como ya se ha dicho, todo dependerá de los algoritmos: 8N, 7D
ó 10D y de los que se vayan subiendo al calendario. A nadie se le debería
escapar que, luego de haber votado con conciencia serena la ley de medios, Pino
Solanas reviste hoy, en forma firme, en las filas de Clarín, como el propio Bi!
nner. Quienes no se sienten aludidos por estas guaranguadas (ni siquiera por la
presencia de la privatizadora petrolera, María Eugenia Estenssoro, al lado de
Binner) son los dirigentes de Libres del Sur, del PCR y del MST, que siguen
firmes como furgones de cola del FAP y Proyecto Sur, respectivamente.
Devaluación y después
Tal como se van perfilando los alineamientos políticos, no
importa que la oposición tradicional vaya en distintas listas a las elecciones
parlamentarias, porque forma en los hechos y en las definiciones un bloque
político. Los tejes y manejes de Moyano con los De la Sota , De Narváez y
gobernadores e intendentes que aún revisten en el kirchnerismo, se conjugan con
la tendencia a formar un bloque opositor, cuyo programa no es la
‘institucionalización’ ni la libertad de prensa sino la devaluación del peso y
la salida del ‘defol’ K mediante el ‘retorno’ a los mercados internacionales
(las mineras y los pulpos de la energía reclaman la posibilidad de remitir
ganancias al exterior, en tanto que los sojeros no quieren vender la cosecha al
tipo de cambio oficial, en especial ahora que el precio de la soja comenzó la
caída). La cabeza ‘teórica’ de los devaluacionistas (entre ellos, el ‘pequeño
productor’ Eduardo Buzzi) es el ex duhaldo-kirchnerista Roberto Lavagna. Para
Lavagna, el horizonte es el que hemos descripto en estas páginas desde antes
que él: el ‘rodrigazo’.
En el ‘coloquio’ de Idea, los centroizquierdistas del FAP,
con Lozano y Bonfatti, aprovecharon la presencia del kirchnero-bolivariano Lula
da Silva, para juntarse con lo más granado de la burguesía nacional e
internacional, a sabiendas de que tiene el programa único de la devaluación y
el abandono de la política intervencionista del gobierno. Una reunión similar,
en noviembre de 1988, en Bariloche, sirvió para lanzar la alianza entre Menem y
Alsogaray (y poner las primeras piezas de la expulsión anticipada del gobierno
de Alfonsín), que nuestro partido pronosticó en la campaña electoral de 1989.
En este cuadro, el oficialismo intenta repetir la ‘hazaña’
de principios de 2011, cuando al imponer el control del Tesoro sobre el Banco
Central se quedó con la caja y el poder necesarios para ganar las
presidenciales de octubre. El blanco es ahora la intervención y el desguace de
Cablevisión y, enseguida, una desapropiación de Papel Prensa. Si gana la
partida, piensan en la Rosada ,
podrían competir con Chávez en longevidad gubernamental. El gobierno procura
engrosar la tropa de capitalistas amigos que se quedarían con los despojos de la Corpo , para respaldar el
ataque. Sin embargo, la capacidad que ha demostrado la oposición, en el Consejo
de la Magistratura ,
para poner piedras al proyecto, pone de manifiesto una resistencia generalizada
en el ‘establishment’ judicial, a la que no es ajeno el reagrupamiento de
fuerzas expuesto en Idea. Aunque el oficialismo se enfrenta a la posibilidad de
un nuevo Voto No Positivo, que podría tener consecuencias de mayor alcance que
la de la 125, está dispuesto a desafiar a los opositores a una crisis de poder.
Las destituciones de mandos militares, como consecuencia de los sucesos con la Gendarmería y la Fragata Libertad ,
se explican por el conjunto de la orientación política oficial para las
próximas semanas.
La condena de la
crisis mundial
Las peleas que se libran en el campo capitalista, sin
embargo, no tienen destino positivo para el régimen político. De choque en
choque, la crisis de la economía y de la política se acentúa sin pausa. El
viceministro Kicillof confesó la vulnerabilidad oficial cuando pronosticó un
año económico mejor, en 2013,
a nivel mundial, que daría un respiro a la Argentina. Federico
Narvaja, un economista que escribe para Ámbito, recordó, hace dos semanas, que
ni oficialistas ni opositores habían embocado una en las previsiones de los
últimos años. El medio ministro, que hizo el tránsito imposible del marxismo al
desarrollismo, en plena bancarrota capitalista, fabula para la tribuna.
Este es el marco extraordinario que plantea una iniciativa
estratégica enérgica de la izquierda revolucionaria.
© Prensa Obrera
0 comments :
Publicar un comentario