Por Esteban Peicovich |
La esperanza no es fáctica pero calienta el ambiente. La
mano 2012 venía fulera y la caminata cívica del jueves despertó igual estímulo
que los primeros jazmines llegados de Tucumán. Ambos reavivaron emociones de
transición. Unos, hacia la primavera. La otra, hacia la ley. Hasta el
miércoles, el escenario se reducía a las funciones televisivas diarias de
Cristina con "El País de la
Buena Pipa " y la dominguera de Lanata con "La Reina está Desnuda".
Dos sonados éxitos en los que se jibariza la entera política local. Como se
sabe, el Congreso por omisión y La
Rosada por obsesión, no producen Política. Los 40 millones se
reducen a Cristina y Lanata compitiendo
en el Cuello de Botella de la impotencia nacional.
Llegado septiembre, algo previsible debía suceder. La primavera, y ya esta aquí. Y el
hartazgo, que también. Lo acepten ciertos bocones a sueldo, el país ya no
se parecerá más al del miércoles 12. "Todo lo que nos sucede es
símbolo", decía Goethe. Y "Llamálo bicicleta", mi tía Catalina.
La onda social zombi no daba para más. No se puede ser impune todo el tiempo. Y
menos desde un gobierno que está fuera de la ley. La Primera Minoría
Okupa se apropió de la totalidad cívica y dejó el país en veremos. República en
coma. Constitución vaciada. Secta K. Impunidad al mango. Gobierno matón.
Que tres chirolitas
fosforescentes (Artemio López, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Coscia) se
burlaran de la marcha prueba la relación hipócrita que mantienen con lo
popular. Que la estimada abuela Carlotto confunda miles de vecinos en camisa y
hasta torsos desnudos (y una muchacha en solo bragas) con chetos "bien
vestidos", muestra que no mira su guardarropa. Un papelón. Y si así fue
como ellos "vieron" la marcha, significa que no quisieron ver el más
de medio millón de hamelines de todo el país que salieron a la calle
"hartos ya de estar hartos", como canta Serrat. Si esta vez salieron,
y tantos, es que sintieron que de seguir en casa los ratones se comerán hasta
el agujero del queso. Y que ni siquiera se salvarán los 13.300.000 (sic)
subsidiados/clientes/votantes" inventados" para dar sustento
argumental al relato del bizarro País de la Buena Pipa.
Para el impresentable Artemio López, sólo se trató de una
marcha "del zoológico de la oposición", como vomitó en Canal 5, en
una frase gorila que lo emparda con el también despreciable "aluvión
zoológico" de Ernesto Sanmartino. La prueba de que aquí se cría bien el
gorila multicolor lo sufre el propio peronismo tradicional al que le metieron
varios en el santuario fortaleza que les dejara Perón. Ni pensar que dirían de
Artemio los épicos Urondo, Walsh, Oesterheld, Bustos, por nombrar a algunos que
conocí y traté. Resulta penoso y grave que muchos de los que hoy se llenan la
boca con sus nombres participen de esta ordalía conservadora de múltiple
disfraz. Urnas al servicio del timo. Fábula del burro en la noria (pero sin
zanahoria), picaresca al desnudo. Espejismos y espejitos. “Dejen de robar”
gritaba un graffiti mientras el vicepresidente Boudou deambulaba por el Salón de
los Pasos Perdidos de Sí Mismo.
Hay más de una prueba. La
Historia es humana
y un día dice basta. Se vuelve tan loca como la imaginación y cambia a un
país en tres días. Está en su derecho. Aquí, tiene motivos. Presuntos
moralistas quieren quedarse con la
Caja , la Casa
y la Cosa. Los
indignados lo sospechan y sacaron sus flautas a la calle. Los caminantes se
hastiaron del hechicero económico, del payador político, del modelo caníbal, de
los jueces pringados, de los legisladores sin pelotas, de la venta clandestina
de pronósticos truchos.
No se gasten
dibujando el 2015. El tiempo siempre es hoy.
© Perfil
0 comments :
Publicar un comentario