Fue Miguel Pichetto, el propio jefe de bloque kirchnerista,
quien solicitó una cuestión de privilegio para pedir tratar el proyecto en la
sesión. La oposición lo habilitó pero abrió el debate que el oficialismo no
esperaba, por tratarse de un pedido por fuera del orden del día.
“¡Nunca acordamos limitar el uso de la palabra! ¡Si no
quieren el debate no traten los temas!”, protestó Adolfo Rodríguez Saá.
El proyecto declara su “desagrado” por el agravio “del que
fue víctima” la presidenta de la
Nación , Cristina Fernández, “en la edición Nº 1863 de la Revista Noticias ,
de la editorial Perfil, publicada el 8 de septiembre del corriente año, donde
denigra su imagen en la tapa de dicha revista”.
“En la
Argentina impera la más absoluta libertad de expresión. Hay
algunos que amparados de estas libertades, abusan y utilizan esto como una
herramienta para el agravio. Es indudable que tapas de revista como la que nos
ocupa no tienen muchos precedentes en países democráticos que garantizan las
libertades públicas”, completa el proyecto.
En sus fundamentos, señala que “la citada publicación
constituye una ofensa a la dignidad de la mujer y a la investidura presidencial,
que no tiene nada que ver con el ejercicio del periodismo ni con la libertad de
expresión, sino que por el contrario persigue como único objetivo el afán de
denigrar y ofender”.
Es ese último párrafo el que consideraron excesivo en la
oposición. Incluso, varias senadoras no oficialistas apoyaron el proyecto
cuando fue tratado en la Banca
de la Mujer ,
pero aclararon su rechazo a los fundamentos.
Ernesto Sanz aclaró al final de la sesión que “una cosa es
la manifestación política” y otra el proyecto en cuestión. Luis Naidenoff, jefe
del bloque, había dado los argumentos del rechazo del bloque.
“Creo que la violencia de género tiene que ver con otras
cosas, tiene que ver con prácticas socioculturales de inferioridad de la mujer
hacia el varón. La sensatez en la relación entre medios y gobiernos tiene que
estar en el propio poder político. Nadie debe sentirse vulnerado en algún
aspecto por una tapa. El camino es la Justicia , no el Congreso de la Nación ”, resumió.
Si bien Pichetto aclaró que el proyecto no hablaba de
ninguna sanción a la revista, como si imperó en una iniciativa de la diputada
Juliana Di Tullio, fue considerado excesivo para la cordobesa Norma Morandini
(del Frente Cívico Cordobés) y María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica), las
dos periodistas del recinto.
“Escuché que un senador hablaba de exceso de libertad. La
libertad no tiene límites. Cuando se transgrede está la justicia”, simplificó
Estenssoro.
Para el salteño Juan Carlos Romero, la resolución amenaza
claramente con las libertades individuales.
El único opositor que se sumó fue Ricardo Giustiniani, del
socialismo, quien para eso pidió que en vez de repudio sea desagrado y Pichetto
lo concedió. La votación fue a mano alzada y favorable, sólo por los votos el
kirchnerismo.
Informe: LPO
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