Ana María Hernández |
A pesar de los intentos que, por estas horas, sigue
realizando la presidenta de la Unión Cívica
Radical (UCR) de Salta, Ana María Hernández, la renuncia de cuatro de los cinco
miembros de la Junta Electoral
hace caer todo el proceso interno para elegir a las nuevas autoridades
partidarias y el partido quedaría en virtual acefalía ya que el mandato extendido de las actuales autoridades, termina inexorablemente el 29 de este mes.
Esta virtualidad es negada por Hernández, a tal punto que,
según trascendió se habría comunicado telefónicamente con las autoridades del
Comité Nacional a fin de exponer la situación partidaria tras la dimisión de la
mayoría de los miembros de la Junta
Electoral y, según lo que habría expresado la propia
presidenta, desde la mesa nacional la habrían “autorizado a designar a los
nuevos miembros” de esa junta.
Consultados varios dirigentes del radicalismo, expresaron su
descreimiento que desde el Comité Nacional hayan fijado esa posición que colisiona
lo establecido en las normas que rigen a los partidos políticos, entre ellos, la Carta Orgánica provincial.
En efecto, solamente la Convención partidaria
es la única que puede designar a los integrantes de la junta y a sus eventuales
reemplazantes, según lo estipulan los artículos 8-h, 26 y 33 de la Carta Orgánica Provincial de la
UCR Salta.
Uno de los dirigentes consultados dijo que “cualquier decisión
en contrario es un aberración jurídica y puede envolver al partido en una nueva
judicialización ya que el Comité Provincia no puede atribuirse una condición
que sólo le cabe a la Convención Provincial ,
que es la única que puede designar o reemplazar a los miembros de la Junta Electoral ”.
Como se sabe, la Convención de Salta ha sido intervenida por el
Comité Nacional, designando como interventora del cuerpo a Susana Gispert quien
a su vez, designó al Tribunal de Disciplina y a la Junta Electoral. La intervención
ya finalizó su cometido por lo que, en estos momentos, no existe autoridad que
pueda reemplazar a los miembros renunciantes de la
Junta. En la práctica, esto implica que está
en manos del Comité Nacional cualquier disposición para normalizar el proceso
institucional interno, pero sin colisionar las normas ya establecidas.
Por otra parte, y aún en el caso de que Hernández designe a
los nuevos miembros de la Junta Electoral
con el claro propósito de que proclamen su continuidad al frente del Comité
Provincia como representante de una “lista unidad”, además de la judicialización
que puede llevar a una nueva crisis partidaria, la UCR quedaría sin representación
de importantes sectores y se habrá hecho a un lado a dirigentes como José María
Farizano, Rubén Correa, Gabriel Martínez y Silvina Vargas, ésta última, nada
menos que senadora provincial e integrante de la mesa de conducción del Comité
Nacional.
Finalmente, como un dato más, antes de la renuncia de los
miembros de la Junta ,
ésta proclamó a las nuevas autoridades de la Juventud Radical
(JR), que llegó a la unidad colocando como presidente a Francisco Laiseca. La JR sería la única opción
institucional que le quedaría a la
UCR luego del 29 de septiembre.
Informe:
www.agensur.info
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