El titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, expuso ante el Congreso sobre el nuevo Código Civil y Comercial. (Foto: CIJ) |
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y
su vice, Elena Highton de Nolasco, encabezaron la primera ronda exposición
parlamentaria sobre el nuevo Código Civil y Comercial, en la que sobresalieron
la modificación del régimen de divorcio y la fertilización asistida.
La eliminación de la infidelidad como causa jurídica de
divorcio y la regulación de la "reproducción humana asistida"
dominaron la mayor parte de la exposición que realizó la comisión redactora del
nuevo Código Civil y Comercial que integraron Lorenzetti, Highton y la jurista
Aida Kemelmajer de Carlucci.
Se trató de la primera reunión de la Comisión Bicameral
para la Reforma ,
Actualización y Unificación de los Códigos Civil y Comercial, que tendrá 90
días para analizar el proyecto y girarlo a las dos cámaras del Congreso para su
tratamiento. "Este proyecto es un cambio paradigmático en nuestra cultura
porque históricamente en el derecho privado se han tomado modelos europeos que
se importaron en nuestra codificación. Pero ahora tenemos la oportunidad de
tener un código con una visión latinoamericana", afirmó Lorenzetti.
Y agregó: "Si este proyecto es sancionado vamos a tener
un código modelo y es un aporte de nuestra cultura al resto de la cultura
latinoamericana y mundial, porque tiene cuestiones de avanzada respecto de
otras codificacions existentes". Uno de los temas destacados de la jornada
fue el de la nueva normativa para los casos de divorcio y, en este sentido,
Kemelmajer subrayó que en el nuevo código "desaparece como deber jurídico
la fidelidad", es decir, que ya no será causal de divorcio.
La jurista explicó que la infidelidad "estará
reconocida sólo como deber moral de contenido valorativo", y que "la
supresión como deber jurídico obedece a que el proyecto intenta pacificar los
conflictos familiares". En los casos de divorcio, "el abogado debe
ofrecer posibilidades de solución, un plan sobre vivienda, distribución de
bienes, alimentos" porque ya "no se vaa mirar quién fue culpable, sino
cómo se resulve el conflicto", según explicó.
Kemelmajer también dio precisiones sobre los contratos
prematrimoniales al señalar que "este proyecto permite a la gente elegir
entre dos regímenes, el de comunidad de ganancias, muy parecido al que hay hoy,
y un régimen de separación". Otro de los temas destacados fue la
fertilización asistida y la polémica en torno a si los embriones pueden ser
considerados personas o no.
"Hemos definido aquí que lo que hay que tratar es los
efectos de la implantación de embriones, es decir, cuando la persona nace. Los
no implantados no son personas", afirmó Lorenzetti. El titular del máximo
tribunal subrayó que en el nuevo Código Civil no se incluyó
la problemática del aborto porque eso pertenece "a la materia penal"
y subrayó que la nueva normativa sólo se ocupa de "los derechos de la
persona que nace".
Al respecto, Kemelmajer sostuvo que "la reproducción
humana asistida tiene que tener una regulación específica" y también cuestionó
a quienes sostienen que los embriones son personas al señalar que esto sólo es
así cuando son implantados. "Si se sostiene que el embrión es persona aún
cuando no es implantado, se está errando a la ciencia" porque "no se
pueden implantar siete embriones a una mujer, porque no lo soportaría, se
acusaría al médico de mala praxis", precisó.
Por su parte, Highton de Nolasco se refirió, entre otras
cosas, al derecho propietario, y resaltó que "se ha agregado la adquisición
de la habitación del cónyuge superstite", es decir, que en caso de muerte
del titular de un inmueble, la pareja de esa persona podrá seguir ocupándolo.
"Este derecho existe actualmente pero hay que peticionarlo y muchas veces
los herederos se oponen a que el cónyuge siga viviendo en la propiedad.
Nosotros lo hemos dado como constitución legal, será automático", precisó
la jueza.
Informe: NA
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