Nacionales – “Desde el comienzo de su mandato como
Presidenta, se ha hecho más difícil acceder a la información” en varias
instituciones del Gobierno, aseguró el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), en
un duro pronunciamiento sobre una ley de ética periodística propuesta por
Cristina Kirchner. “Una de las formas de mejorar la calidad de la información
pública es que el Gobierno cumpla y haga cumplir la ley de ética pública”, dijo
FOPEA en un comunicado.
“Desde el comienzo de su mandato como Presidenta, se ha
hecho más difícil acceder a la información, por lo menos, en las siguientes
instituciones: Jefatura de Gabinete, la mayoría de los Ministerios, la Administración Federal
de Ingresos Públicos (AFIP), el Banco Central, el Banco Nación, la Comisión Nacional
de Comunicaciones (CNC), la Casa
de la Moneda y
la Inspección
General de Justicia (IGJ). También hubo un retroceso en la
labor de la
Subsecretaría de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia (Jefatura de
Gabinete de Ministros de la
Nación )”.
De este modo se expresó el Foro de Periodismo Argentino
(FOPEA) al referirse a las expresiones de la presidenta Cristina Kirchner que
pidió una “ley de ética periodística”, acusando severamente a un periodista del
Grupo Clarín.
FOPEA dio a conocer un comunicado expresando que “una de las
formas de mejorar la calidad de la información pública es que el Gobierno
cumpla y haga cumplir la ley de ética pública en todo lo referido a la difusión
de la información pública”.
Añadió que “en el tema de las pautas publicitarias, la Presidencia de la Nación podría dar el
ejemplo y aprobar una resolución interna que establezca cuestiones objetivas y
comprobables para la distribución de los dineros públicos, a la espera de la
sanción de alguna norma que abarque, además, a los otros poderes del Estado”.
El texto completo del
documento de FOPEA, es el siguiente:
El Foro de Periodismo
Argentino (FOPEA) advierte públicamente que no es posible imponer conductas
éticas en el ejercicio del periodismo profesional, por más deseables que ellas
sean, y que hacerlo mediante una norma legal, de cualquier rango, implicaría
casi penalizar comportamientos no delictuales, poniendo en riesgo el derecho a
la libre expresión. Por el contrario, se debe hacer docencia de forma paciente
y permanente para que los periodistas en su función, así como los médicos, los
abogados o los políticos en la suya, apliquen los principios adecuados a su respectiva
labor.
Hace una década FOPEA
nació a partir de la necesidad de identificar, definir y aplicar pautas éticas
para el ejercicio profesional periodístico. A partir de un intenso debate
interno, los socios de todo el país elaboramos en 2006 un Código de Ética de
cumplimiento obligatorio para todos los miembros (de entonces, actuales y
futuros) a partir del convencimiento de que esos principios son fundamentales
para el correcto ejercicio de nuestra labor al servicio de la sociedad.
Esta idea es central
en la filosofía de FOPEA. Apostamos a la autorregulación de los periodistas (y
de las empresas periodísticas en las cuales trabajamos, que no es lo mismo ni
deben tener obligatoriamente los mismos objetivos), sin crear tribunales de
ética. Esta decisión se basó en el criterio del maestro colombiano Javier Darío
Restrepo, quien desde siempre pregonó que el respeto a los principios éticos no
se puede imponer mediante la coerción, la intimidación o el miedo al castigo,
sino a partir de la convicción profunda de lo que es o no es correcto.
FOPEA pone a
disposición de todos los profesionales periodísticos e interesados en el tema
su Código de Ética, que se potencia como herramienta ante la escasez de otros
documentos similares en empresas públicas o privadas. Existen, además,
numerosas experiencias internacionales que pueden servir de guía, y que fueron
analizadas por FOPEA para la elaboración de su propio código en 2006.
Sin embargo, y más
allá de que este tema tiene una trascendencia por encima de la coyuntura, el
planteo que realizó ayer la
Presidenta de la
Nación , Cristina Fernández de Kirchner, al pretender que se
sancione una legislación al respecto, cae en los aspectos negativos mencionados
antes. Desde FOPEA acordamos con la necesidad de debatir las normas éticas que
deben regir la buena práctica periodística pero manifestamos nuestro total
desacuerdo con cualquier iniciativa que promueva la regulación de la profesión
por medio de leyes o medidas gubernamentales y alertamos sobre los graves riesgos
que implica para la libertad de expresión esta clase de planteos o propuestas.
Relacionar este tema con la libertad de prensa genera una confusión de
campos, como si fuesen contradictorios. Puede haber un comportamiento ético profesional individual sin libertad
de prensa, como se dieron ejemplos (que costaron vidas) en la última dictadura
militar, y viceversa, simplemente porque se trata de temas distintos y no
opuestos.
Por otra parte, una de
las formas de mejorar la calidad de la información pública es que el Gobierno cumpla y haga cumplir la ley de
ética pública en todo lo referido a la difusión de la información pública. Para
que el pueblo pueda controlar el abuso de los poderosos, ya sea desde el Estado
o desde el sector privado, es necesario que la información pública no sea
tomada como un bien privado por los funcionarios que la gestionan. Desde el comienzo de su mandato como
Presidenta, se ha hecho más difícil acceder a la información, por lo menos, en
las siguientes instituciones: Jefatura de Gabinete, la mayoría de los
Ministerios, la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Banco
Central, el Banco Nación, la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), la Casa de la Moneda y la Inspección General
de Justicia (IGJ). También hubo un retroceso en la labor de la Subsecretaría de
Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia (Jefatura de
Gabinete de Ministros de la
Nación ).
Si la información de
las instituciones estuviera realmente disponible, mejoraría en forma notable
tanto la gestión del Gobierno como la capacidad de control del pueblo. Este es un caso de soberanía informativa:
la información pertenece al pueblo. Por ello, se debe saldar la larga mora en
sancionar normas de Acceso a la Información Pública para los tres poderes del
estado y en sus distintas manifestaciones territoriales.
Así como creemos que
es imprescindible que los medios de comunicación elaboren sus propios Códigos
de Ética, también consideramos que para que el trabajo periodístico pueda tener
un horizonte integral es necesario en el país una ley de regulación de la Publicidad Oficial
y de Medios Públicos, además de las tan mentadas conferencias de prensa de los
funcionarios de los diversos estamentos del Estado, tal como lo viene
proponiendo FOPEA desde hace años.
Complementario a esto,
es indispensable que se sancione una ley que proteja la Libertad de Conciencia de
los periodistas, como la presentada el año pasado por FOPEA.
En el tema de las
pautas publicitarias, la Presidencia de la Nación podría dar el ejemplo y aprobar una
resolución interna que establezca cuestiones objetivas y comprobables para la
distribución de los dineros públicos, a la espera de la sanción de alguna
norma que abarque, además, a los otros poderes del Estado. La sinceridad de su
reciente planteo se verá demostrada con medidas de efectiva transparencia y
apertura.
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