Por Rosendo Fraga |
En la misma línea se pronunciaron el Vicepresidente (Boudou) y el Presidente del bloque oficialista en Diputados (Rossi), todo ello en dos días. Mientras desde el peronismo se apoya la reelección, desde
Al mismo tiempo la Casa Rosada redobla la apuesta contra sus
adversarios políticos, los cuales se encuentran más dentro del propio
oficialismo que fuera de él. La
CGT liderada por Hugo Moyano ha sido excluida de la
convocatoria del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, a la que concurrirán
solo los sindicalistas aliados del gobierno, quienes pedirán un incremento del
25%. El dirigente camionero por su parte reclama que sea del 50% y se reúne con
los titulares de la
Federación Agraria (Buzzi) y la CTA anti-K (Micheli) para
articular un frente contra el oficialismo. Respecto a Scioli, la tensión vuelve
a incrementarse al renunciar la titular de Educación (Gvirtz), vinculada al
cristinismo. Tras reunirse con el vicegobernador (Mariotto) y el líder
piquetero Luis D´Elía, Gvirtz fundamentó su renuncia en su oposición al ajuste
en el sector docente. Al mismo tiempo, el kirchnerismo ha bloqueado la
posibilidad de un acuerdo para que el secretario de Seguridad provincial
(Casal) -reiteradamente cuestionado desde la Casa Rosada- ocupe el
cargo de Procurador Provincial. Scioli ha respondido designando a una senadora
que le responde (De Lucía) en Educación, ampliando las competencias de
funcionarios que le responden (Camaño y Montoya) y reincorporando a su hermano
José al equipo de gobierno. Por su parte, el gobernador de Córdoba (De la Sota ) ha convocado a los
gobernadores a enfrentar al gobierno nacional y sus pares de Entre Ríos
(Uribarri), San Juan (Gioja) y La
Rioja (Beder Herrera), alineados con la Casa Rosada , han
rechazado la propuesta. Pero crece en los mandatarios provinciales la idea de
modificar el régimen de coparticipación.
El gobierno nacional también ha redoblado la ofensiva contra
los adversarios que tiene fuera del peronismo. Para desgastar políticamente al
jefe de Gobierno porteño (Macri) se impulsó la prolongación del conflicto del
subte, que cumplió diez días afectando a un millón de pasajeros y que ha
entrado en una tregua precaria con la reanudación del servicio. En este mismo
sentido se dio media sanción al proyecto de ley que quita al Banco Ciudad los
depósitos judiciales -sorpresivamente sólo obtuvo el quórum en Diputados por un
legislador- y se ha dado nuevo impulso a las causas judiciales que afectan a
Macri por las escuchas y que involucran a su asesor de campaña (Durán Barba).
Para debilitar a los medios críticos del gobierno, la propia Presidenta ha
lanzado la iniciativa de establecer un código de ética para el periodismo,
mientras el oficialismo impulsa la intervención a empresas del grupo Clarín y
actúa en la justicia para lograr que ésta declare constitucional el articulo de
la ley de medios que obliga a los multimedios a vender emisoras de radio y
televisión. Al mismo tiempo aumenta el gasto en publicidad para financiar los medios
oficiales y Macri es motivo de ataques en la que se realiza en el Fútbol para
Todos (en el cual se llevan ya gastados casi 4.000 millones de pesos en tres
años). Pareciera que el gobierno quiere terminar en los próximos meses con
aquellos adversarios que, tanto dentro como fuera del gobierno, pueden
perturbar el éxito electoral del año próximo, que es la llave para la reforma
de la Constitución
y una nueva reelección. Mientras el jueves el Senado dará media sanción a la
estatización de la empresa Ciccone para neutralizar los procesos judiciales que
afectan al Vicepresidente -la causa pasaría a ser abstracta-, se inicia el
juicio público al ex Presidente De la
Rúa por los sobornos en el Senado del año 2000, quizás para
así tratar de neutralizar las denuncias de corrupción que están afectando a
diversos funcionarios del oficialismo.
Al mismo tiempo, dentro del gobierno tiene lugar una sorda
lucha por el poder, en la cual la
Presidenta va apoyando el avance de La Cámpora y sus aliados
políticos. Aunque el ministro de Planificación e Infraestructura (De Vido)
sigue actuando eficazmente para alinear intendentes bonaerenses en contra de
Scioli -lo mismo hace con los de Santa Cruz para debilitar al gobernador
Peralta-, esta semana perdió el control de 3500 millones de dólares, que es el
monto de la importación de gas oil y fuel oil, que pasaron a YPF, en cuya
conducción la influencia del viceministro de Economía (Kicillof) es creciente
gracias al decreto 1277 que permite al estado nacional regular precios e inversiones
en todo el sector hidrocarburífero. A ello se sumó que salieron de su órbita
los inmuebles del estado, que pasaron al Jefe de Gabinete. A su vez Kicillof,
que acumula poder en alianza con La
Cámpora , impulsa a su mano derecha (Augusto Costa) como reemplazante
del secretario de Comercio (Moreno) y ha organizado la estructura para
controlar a las empresas privadas que tienen acciones en manos del Anses. Fuera
del área económica la influencia de La Cámpora se acentúa en el área de educación,
habiendo puesto en marcha talleres de discusión y formación política en
escuelas públicas de la Ciudad
y la provincia de Buenos Aires, La
Pampa , Mendoza y Chubut.
En conclusión: el oficialismo ha dado claras señales de
avanzar hacia la reforma de la
Constitución , tanto para permitir una nueva reelección de la Presidenta como para
cambiar el modelo político y económico; al mismo tiempo la Casa Rosada mantiene
su ofensiva sobre sus adversarios más relevantes dentro de la coalición
oficialista: Moyano, Scioli y De la
Sota ; también las intensifica contra quienes se oponen fuera
del oficialismo, como el Jefe de Gobierno porteño y los medios de comunicaron
críticos; por último, la
Presidenta está respaldando el avance de La Cámpora y sus aliados
dentro del gobierno (Kicillof y Abal Medina) a costa de la primera generación
kirchnerista (De Vido y Moreno).
© Nueva Mayoría
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