Por Martín Risso Patrón |
Y la Vieja
se retobó, nomás... El problema es que me agarró a mí de punching verbal.
Comenzó murmurando a mis espaldas mientras plumereaba sin ton ni son los
muebles a la vez que no sé cómo se daba maña para espantar al gato que venía
distraído buscando algo de comer en la cocina. La radio hablaba y hablaba, esta
vez con la voz de una niña [excelente periodista ella] que comentaba con algún
legislador ávido de micrófono, algo sobre despenalizar la droga y los
beneficios de ser condenado por delitos leves siendo adicto; una hermosa
niña que pasa las noticias bien temprano, y que con ese tópico le hizo parar
los pelos a Doña Clota.
Justo, la tarde anterior, la
Vieja había tenido que salir urgente para que en la obra
social que tiene por su pensión, le digan que no le iban a poder dar el remedio
a su nieto, el que tiene a cargo con otrito; ese de 13, porque no estaba en el
nomenclador la droga, y el chango se moría si no le aplicaban algunas dosis.
Esa fue la gota: Me espetó que “qué miesca, que la repunta que lo tiró, que
entonces le iba a dar el paco a su nieto para que lo cuiden mejor que a los
enfermos en serio...” [como él]; y me dejó sin asunto. Pasando en limpio:
la cuestión es que hay un proyecto de ley que indica tratamiento, atención
personalizada, medicamentos y cuidados especiales, a quienes delincan
en función de su adicción a sustancias, para curarlos de su adicción. Me
comí la sermoneada como nunca. Y encima, cortándome la retirada me gritó desde
la puerta: “¡A ver si va a esa audiencia pública pa’ que lo forreen y se
limpien con la opinión de la gente que paga el boleto diario, la boleta del mes
de la luz, con el precio que le ponen de gusto nomás...!”. Mudito el
hombre, salí como rata por tirante.
Estamos desorganizándonos
Al llegar aquí, a mi lugar en el mundo, donde puedo dar salida a tanta
cosa, estrellado como polilla en la pantalla y escribiendo, me puse a meditar
sobre el exabrupto de la
Vieja. Es posible entenderla.Tiene razón; y yendo más
allá, es hasta necesario comprender su bronca; porque sintetiza la bronca
popular. Así es que me puse a recorrer los espacios informativos que me brindan
mis amigos y leer y mirar la tele, y recorrer las columnas de los diarios... Imposible
no desesperar ante tanta desorganización social que hay en el país.
Me entero que la ministra de Educación de Tucumán, cuñada del
gobernador, utiliza el estrado de un acto público para hacer propaganda,
refutando a adolescentes alumnos que inquirían sobre los motivos de la censura
televisiva en la provincia. También que Graciela Achin, una profesora de
Historia tucumana, utiliza los espacios educativos en la Escuela Normal para
dar cátedra de ultrakirchnerismo a sus alumnos [v. Alumnos protestan
contra censura en Tucumán y “profesora” kirchnerista ataca a Lanata -
Agencia de Noticias en www.agensur.info]. En Salta, alumnos protestaron
por que las computadoras prometidas para todos y todas aún
no les fueron entregadas; el buyin diario, mientras el
gobierno mira para el costado... y el tremendo conflicto que aqueja a las
instituciones republicanas de la provincia de Salta. A esto dedico el siguiente
párrafo, pequeño, por cierto, pero no menos importante para este comentario
semanal.
Resulta que ahora, la cuestión de género se aposentó
en la Corte de
Justicia de nuestra provincia, en una de sus peores versiones. Una ministra
judicial denuncia a sus pares por discriminación; éstos le retrucan que la
negativa a nombrar una abogada como secretaria de Corte no es una cuestión
sexista, sino resultado de una valoración de antecedentes profesionales y
laborales que resultaron desfavorables... y el esposo de la jueza de la Suprema local, abogado el
hombre y diputado además, le propina un golpe a un par que había dicho, según
las noticias, que eso de la
Corte era un “pt....río”, y además, la información
pública dice que la
Justicia salteña cuenta con una presencia femenina
considerable entre sus huestes. Valiente escandalito, mire. ¡Y las cosas
que hay por resolver todavía en onda thriller!: Asesinatos augustos, asesinatos
populares, asesinatos más o menos... no resueltos aún, queridos amigos. Sin
contar la violencia cotidiana que afecta a pobres, ricos y el resto. Punto para
este trago amargo sobre el que no opino, pero sí digo.
¿Y los aumentos en los servicios? Taxis, colectivos, electricidad...
¡Nos convocan a audiencias públicas que no auditan ni nunca auditarán al
Pueblo, porque ya está todo cantadito! Al servicio del capital, como se
imaginará el que paga. Cuando los funcionarios salen a desmentir los
aumentos... ¡clavao que nos abrochan uno! ¿No, Ing. Pérez?
Prohibamos prohibir
Y bueh... llegamos a un punto de dificilísima interpretación. Desde el
punto de vista del Derecho político, claro. Ahora resulta que los republicanos
legisladores y funcionarios municipales localescompiten en la onda prohibir.
Prohibir para permitir: Se meten en los restaurantes, por ejemplo, para
prohibir la sal permitiendo augustamente la salud, mientras los gordos, los
diabéticos, los hipertensos, no encuentran la forma de vivir mejor [porque no
la encuentran] sin que les prohíban a los demás tener sal en la mesa de los
restaurantes.
No quieren reinaugurar la perrera y debaten majestuosamente sobre
qué hacer con el perrerío que nos agobia en las calles. La estadística pública,
según el diario, nos informa que hay 200 mil Canis lupus familiaris,
que es “un mamífero carnívoro doméstico de la familia de los cánidos”,
etcétera, que constituye una subespecie del lobo, y que, de ser cierto ese
número, hay por lo menos tres ejemplares por cada habitante humano urbano saltensis-saltensis.
Entonces no faltó aquel que propuso una especie de solución final...
¿se entiende? Lo mismo que con las palomas de la Plaza.
¿Podrá la
Democracia prohibir la prohibición y estimular el equilibrio
en las relaciones humanas y de las otras? Vaya uno a saber...
Ahora mismo la termino
Creo que la expresión desorganización social me quedó
chica. Si hay puñetes en el soberano ámbito legislativo; si hay pretensiones
prohibicionistas perpetuas; si hay censura, si hay Audiencias públicas
constitucionalmente garantizadas que no son más que papel pintado con un Pueblo
invitado de piedra;si hay atención VIP al delincuente; si no hay
medicamentos y los responsables no se enteran; si las Madres del Dolor
denuncian tanta violencia cotidiana y nadie, nadie, las escucha... Si en Salta
las marchas de los viernes son el decorado de las cuestiones sexistas que
suplen a las esperadas y dignas sentencias... Si el camporista funcionario Abal
Medina se enoja y miente, miente y miente para que algo quede... Si las chicas
trans nos la ponen cotidianamente sin vaselina... Entonces, Doña Clota, usted
es Gardel cuando es capaz de enojarse y decir lo que dice.
© MRP
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