Por Gabriela Pousa |
Las fechas patrias se limitan a números enmarcados en algún almanaque
vencido. Años atrás, para esos días, por ejemplo, los estudiantes
preparaban el vestuario y los disfraces para el acto del colegio. Hoy, en
cambio, preparan las valijas porque implica que llega un fin de semana
largo...
Los próceres ni siquiera son recordados por sus epopeyas e hidalguías.
De un tiempo a esta parte, se nos han contado sus miserias más que sus glorias.
Únicamente en Argentina, el Himno Nacional tiene un sinfín de variantes, y
pretender que se sepa la letra parece ser una exigencia desmesurada. Y
posiblemente lo sea, si hasta a hijos o sobrinos les causa gracia
descubrir que en el primario, muchos de nosotros recitábamos a pie
juntillas el Preámbulo de la Constitución Argentina.. .
Cuántas piezas sueltas quedan por ubicar para completar el
rompecabezas...
Seguramente para algunos, estos son detalles que no hacen a la
coyuntura de la Argentina ,
y nada tendría que
opinar al respecto una analista política. Sin embargo, esos pequeños
datos que se han ido "perdiendo" o manipulando, son
basamentos claves que al tambalear o reemplazarse, pasaron a ser más
fuertes causas de lo que nos pasa, que un circunstancial Daniel Scioli o Hugo
Moyano. Pero como suele ocurrir, elegimos quedarnos con la simplificación
más fácil.
Por eso aquí estamos tratando de ubicar al líder sindical en un
ahora ocasional como si fuera una de la figuritas que hay que encastrar, para
lograr completar el paisaje con aquellas mil, dos mil o diez mil piezas.
Así pasarán los años, los próceres continuarán perdiendo
encanto, el Himno será reemplazado por una cumbia o un mambo, y en esos
"detalles" -reitero aparentemente insignificantes-, continuarán
estando las causas de lo que siga pasando en este escenario.
No debe asombrar que para ese entonces, los contemporáneos también
permanezcan insistiendo en ubicar otras figuras, que bien pueden llegar a ser
nietos o bisnietos de Moyano. La Argentina queda inexplicablemente
en manos de herederos, no de quiénes tienen capacidad y mérito.
Nos gusta más el juego que lo serio.
Quizás haya una idiosincracia que nos determina, y explica el por
qué somos una sociedad que tropieza dos veces con la misma piedra, que se
equivoca como si la experiencia no sirviera, que va por el camino errado ¡y
encima lo hace a conciencia!
La ciencia política no ofrece, lamentablemente, elementos de juicio
para establecer situaciones que no responden al "arte de lo posible",
sino a la naturaleza humana, o incluso a desequilibrios psíquicos de los actores
de cada etapa.
Otro Ángulo Desde Donde Mirar
Creo que esta extensa introducción justifica si no hallan en este
espacio, un análisis de lo que se supone que es política, pues en
realidad lo que hay se reduce a negociados y escándalos.
No es sólo mérito del kirchnerismo el haber trashumado el Estado a la
forma de un supermercado para ser gráficos. Pero en los últimos 9 años ha hecho esfuerzo suficiente para
alcanzar el primer puesto en la lista de los involucrados.
Un análisis político se sustenta en variables concretas, no en
arbitrariedades ni en caprichos personales. Requiere método, no
improvisación de persona acosada por las circunstancias que ella misma
eligió. Implica ordenamiento, no caos emocional aunque a éste se lo
justifique con la extirpación de una glándula hormonal.
Un estudio del quehacer gubernamental toma en cuenta la práctica a la
par de la teoría, y se detiene en las conductas y comportamientos de los
dirigentes para establecer, a partir de la observación, principios generales
acerca de su funcionamiento.
No hay bola de cristal que proporcione los vértices de lo que vendrá,
puede haber inferencia, deducción y, en el mejor de los casos, estudio,
memoria sin fisuras, y savia que lega la experiencia de vivir o sobrevivir en
esta tierra.
Ahora bien, ¿cómo hacer análisis político en un país donde la realidad
no es la misma para su principal agente político que para el resto de los
argentinos?
Hasta tanto no admitamos que la democracia está tornándose una mera
parte más del relato oficial, y que la Argentina se
ha convertido en un local alquilado donde se instaló un mostrador, una caja, un
jefe/a y obsecuentes empleados, no tiene sentido insistir en demarcar un
escenario que oriente, sin distorsión, hacia adónde vamos.
Podemos opinar, editorializar, tratar de convertir en palabras
accesibles a los demás, lo que sucede en un complejo teatro donde se vende,
compra y/o permuta la calidad de vida de los ciudadanos, pero no mucho
más.
¿Qué importancia puede tener si Hugo Moyano llevó 10 mil o 40 mil
personas a Plaza de Mayo? ¿Dónde está la trascendencia en marcar la inconducta
de Scioli y la venganza de la
Jefe de Estado?
¿Es crucial determinar quién es el más peronista, si total mañana, la Presidente según
amanezca hace desaparecer a uno o a ambos ya sea negando fondos, ya sea
transando con otros sindicatos, pero en todo momento haciendo que nuestro
objetivo de completar el cuadro quede imposibilitado?
Convengamos que todo puede suceder cuando es la insondable psiquis
de una dama la que prevalece por sobre la norma, y el Estado es apenas el
nombre que se le ha puesto a aquel local alquilado.
Ahora bien, lo interesante del caso sería dar con las razones por las
cuales los ciudadanos no tomamos conciencia de esta situación, hasta tanto la
economía muestra su colapso. Y ahí volvemos entonces a
los detalles (aparentementeinsignificantes) del primer
párrafo.
Si el ayer está falseado, si el hoy es abstracto, y el porvenir se
limita a qué hora debo poner el despertador para levantarme a la mañana, inútil
es adquirir conciencia de todo cuanto acarrea ser ciudadano, menos todavía
entender de qué manera se proyecta la vida en países civilizados.
En ese marco, todo es tan relativo que hasta desaparece al alcance de
los sentidos: la política de seguridad consiste en que no haya política de
seguridad, la política de salud consiste en que no haya política de
salud y así sucesivamente. El lucro del negocio de unos
pocos, es pues, la gente.
Esa misma gente que no sabe sobre fechas patrias, que apenas
tararea el Himno, que no tiene arraigo a nada ni a nadie porque le han usurpado
hasta la esencia de su pasado, es decir: las raíces.
Raíces a partir de las cuales va creciendo el árbol. Cuando estas son cortadas,
no se crece se estanca. Y estancados estamos, mientras en el supermercado
de recursos naturales, industrias, materias primas, mano de obra y comodities
que debieran ser venerados, se sigue negociando...
Estancados, asimismo, por haber permitido que los "detalles"
(aparentemente insignificantes) se pasen por alto, lo que ha quedado es tronco
petrificado. Ciertamente, para
muchos ver troncos implica ver bosque y hasta ver árboles, pero eso no es
más que distorsión del cuadro. Es demasiado común en nosotros andar
perdiendo el foco.
Hoy hay adolescentes y hasta adultos incapaces de advertir que el
uniforme al que un gobierno les indican despreciar por una época
infame, es también el que usaron San Martín y Belgrano. "El habito no hace al
monje", ni el monje es el habito.
Simplificaciones Para Finalizar
Tal vez la semana que se inicia, arroje material más afin a la
realidad, pues es lo que se precisa para que regrese el análisis político
semanal con alguna dosis de seriedad. Resulta una falta de respeto al lector
insistirle con redundancias y obviedades. Pero de creerlo necesario diremos
que:
- está desatada la pelea 2013-2015, y no hay
ganador en el corto plazocomo pretenden hacer creer si Moyano continúa o no
al frente de la CGT
- que el oficialismo olvidó definitivamente la transversalidad
inicial de su concepción política porque siente que la parafernalia
justicialista aún es eficiente.
- que es ingenuo -por parte de Cristina-, creer que si arroja
la bomba en la provincia no hará estruendo en todo el resto de la
geografía.
- que está demostrando gradualmente, pero sin pausa y con prisa, unasuperación
preocupante en la toma de decisiones dictatoriales.
- que es insólito que no haya oposición que señale y denuncie el uso
personal de las fuerzas de seguridad, o que libere zonas incitando la
criminalidad.
- que si creíamos que en Angola lo habíamos visto y escuchado
todo, falta Arzbejian
- que en San Luis ha dado un paso más hacia el desequilibrio mental
sosteniendo que "los chanchitos nacen con su mamá y están con ella
unos siete días; luego pasan por otros dos lugares más y esto les produce
estrés, porque cuando son destetados los juntan y comienzan a pelear para ver
quién tiene la jefatura; se parecen en todo a nosotros (...) Los chanchitos son
muy parecidos a los humanos, hay algunos más lindos y otros más feos, pero
todos son chanchitos al fin” Aseguro que como Malena, "no
habrá ninguna igual"... Pueden imaginar a Angela Merkel dando un
discurso igual?
- que aunque lo que prime sea el bolsillo y la inflación, la
sociedad esta comenzando a sentir el temor a la sinrazón, aunque es
cierto, a la locura Erasmo la elogió. Claro que Erasmo, a Cristina, no la
conoció...
Pero todos estos ítems se han reiterado hasta el cansancio y
seguirán reiterándose. Son los círculos viciosos a los que refirió en su
"lapsus" Kicillof . Son el maquillaje del hoy furtivo y
endeble como un castillo de naipes.
Aquello que sigue explicando por qué estamos girando en una esfera
inmóvil de insensatez, continúa estando en
los detalles (aparentemente insignificantes) que a muy pocos les
importa, y el resto no quiere ni ver...
No hay comentarios:
Publicar un comentario