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lunes, 2 de julio de 2012

Caen las ventas de 0 km, un ‘bastión’ del modelo económico K


Las ventas de 0 km cayeron un 12% en junio, respecto
del mismo mes de 2011, lo que está mostrando una
retracción en el modelo económico.
EconomíaUno de los ‘bastiones’ del modelo económico del kirchnerismo, la venta de automóviles 0 km, cayó abruptamente en el mes de junio, con un 12% menos que el mismo mes del año pasado. Aunque subsisten opiniones encontradas, en las provincias hay un fuerte incremento en la oferta de autos usados en los clasificados. "Esto es un indicador de que la venta se enfría", observaron los analistas.

Tal como anticipo iProfesional.com, la venta de automóviles 0 km registró en junio una estrepitosa caída del 12% respecto al mismo mes del 2011. Es decir, se contabilizaron esta vez unas 68.997 unidades, mientras que en el mismo lapso del año pasado las ventas fueron de 78.517 vehículos.

Así, se cortó abruptamente el clima festivo que se había desatado el último mayo, que fue catalogado por la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) como "el mejor de la historia", cuando se patentaron 75.824 de estos rodados.

Pero la realidad de junio retrotrajo la imagen a la película que comenzó en abril y en febrero, cuando se registraron, por primera vez en mucho tiempo, caídas de las ventas.

En aquel momento, la argumentación de las concesionarias, para que no cundiera el desánimo, era que se había tratado de meses con muchos días feriados. Y que entonces la comparación relevante no era "mes contra mes" sino que debía considerarse el promedio de ventas diarias.

Los buenos resultados de mayo parecían darle la razón a aquellos que, contra los pronósticos de un enfriamiento, esperaban que se batiera otro récord en 2012.

Pero las cifras finales de junio llevaron a suspender los brindis ya que no se consideraba que se iba a registrar una baja tan pronunciada.

En un comunicado oficial, este lunes los propietarios de las agencias de autos se centraron en el aspecto positivo que el acumulado del semestre fue 3,5% superior al mismo período del año pasado. Y, en este caso, las explicaciones del caso para justificar la caída fueron "algunos problemas de stock, especialmente en determinados modelos de algunas marcas".

Es decir, ACARA pronunció que "la demanda sigue firme" y varias "operaciones no se concretaron por no disponer de las unidades".

Y Abel Bomrad, presidente de la entidad, sostuvo, en el texto de prensa, que pese a los inconvenientes en las entregas: "Se ha completado el mejor primer semestre de la actividad".

En mayo pasado, cuando los números sonreían, los dos fundamentos que existían entre los concesionarios para ser optimistas de cara al futuro eran: el "efecto dólar" y el "bajo" incremento de la mercadería respecto a la inflación y los salarios.

El primero, se refería al efecto indirecto del "cepo cambiario", donde al contrario de lo que puede ocurrir en actividades como la inmobiliaria, la falta de dólares no sólo no suponía un freno a la actividad comercial sino que hasta podría funcionar como un aliciente, porque aquellos que tenían pesos para comprar divisas y no podían hacerlo, verían en los 0km una alternativa para colocar su dinero.

Así lo explicaba hace dos meses atrás el propio presidente de ACARA, Ariel Bomrad: "Ante la falta de opciones atractivas en el sector financiero, son cada vez más los que se deciden a adquirir o renovar su vehículo, porque es un bien que además de mantener el poder adquisitivo permite disfrutarlo todos los días".

No sonaba descabellada su explicación. A fin de cuentas, era un efecto presagiado por los principales economistas: ante una alta inflación, los argentinos buscan proteger su poder adquisitivo y lo hacen a través del consumo de bienes durables.

Para el influyente Miguel Angel Broda, este fenómeno es una manifestación de la caída en la demanda de dinero.

"La gente busca una alternativa de valor para un dólar de 6 pesos. En las últimas semanas, las esposas de todos los directores de mis empresas fueron obligadas a cambiar de auto porque todos los maridos les dijeron ‘es ahora'. Lo mismo ocurre con los electrodomésticos, las familias hacen un ajuste de portafolios porque no quieren pagar el costo de mantenerse en moneda local", argumenta el economista.

En línea con esta observación, desde una concesionaria de autos alemanes señalan que se observa que crece el porcentaje de los compradores que ofrecen la entrega de su vehículo usado más un plus en pesos, en detrimento de aquellos que se presentan en el punto de venta con todo el "cash".

El interrogante, entonces, es por qué se está verificando una caída tan marcada luego de un mayo tan auspicioso.

Y una primera explicación es que acaso el "efecto dólar" ya haya agotado su influencia.

Es decir, que ahora sólo queden como demandantes, aquellos compradores "genuinos", sin el plus de los "inversores" que vieron al auto como un sucedáneo del billete verde. "La primera reacción que vimos en mayo, cuando se dio la gran suba del dólar paralelo, fue la de buscar una alternativa para los ahorros. Pero ahora ese fenómeno se está atenuando, posiblemente porque se requiere de un panorama más claro antes de definir una compra", arriesga el titular del concesionario de Fiat.

Por su parte, Hernán Dietrich, CEO de la firma que lleva su apellido, que comercializa Volkswagen, intenta otra explicación: "No es que junio haya sido tan malo, sino que mayo fue inusualmente bueno, como consecuencia de que había una demora en la entrega de vehículos retenidos en la Aduana. Al liberarse el ingreso de esos coches importados se produjo un fenómeno de "puesta al día".

"Lo de mayo fue una consecuencia de ese retraso. Ahora vemos una normalización", indica Dietrich, para quien la industria no atraviesa un mal momento.

Sin embargo, algunos de sus colegas no se limitan a observar las cuestiones estacionales del sector, y temen por el impacto de la economía, especialmente cuando los expertos pronostican un segundo semestre difícil.

"Lo que vemos es que en varias provincias la obra pública está parada y eso tiene un rebote sobre todos los niveles de actividad. Ya hay retrasos en los pagos", señala Rubén Beato, secretario general de ACARA, a iProfesional.com.

Y remarca que en las provincias más chicas registran un fuerte incremento en la oferta de autos usados en los anuncios clasificados. "Esto es un indicador de que la venta se enfría", observa.

Su preocupación por lo que sucede en las provincias chicas tiene un buen fundamento: en los grandes centros urbanos, como Capital, Córdoba y Rosario ya se está alcanzando un estatus de mercado maduro. Es el resto del país el que también tiene que empujar las ventas para que se sigan batiendo los récords.

Las estadísticas explican este fenómeno de forma contundente: el año pasado, con un promedio de 29% de aumento en la comercialización, el mercado de Capital Federal "apenas" subió un 15%, mientras que provincias como Tucumán, Corrientes, Chaco, Misiones, La Pampa, Santiago del Estero y Catamarca se movieron a una impresionante tasa superior al 40 por ciento.

"Notamos bastante incertidumbre en la gente. Y esto lleva a que las decisiones de compra se posterguen, aun cuando los precios de los autos siguen aumentando por debajo de la inflación y las tasas de financiación son muy buenas", observa el directivo del concesionario de Fiat.

Su conclusión es que "a pesar de las medidas positivas para que el mercado siga creciendo, los particulares se mueven con cautela".

Más contundente se muestra el titular del concesionario Peugeot, para quien el marco político funciona como un desestímulo directo a la compra: "Hay malhumor e incertidumbre por la marcha de la economía. Y cada vez que hay un anuncio oficial o una nueva restricción se genera más sensación de temor entre los compradores".
Otro ejecutivo, más especializado en la gama alta del mercado y que opera principalmente con autos importados de origen alemán y japonés, señala que la demanda se mantiene estable en los autos de nivel medio (precio promedio de $100.000) pero que es evidente cierta ralentización en los de mayor valores.

El emblema K baja un cambio

Esa masificación del automóvil en la sociedad argentina ha llegado a tal grado que se transformó en un emblema y bastión por excelencia del "modelo K".

Por eso, ninguna industria fue mejor aliada del "relato" que la automotriz. En primer lugar por el hecho de que la fabricación de autos es una marca clásica que divide a los países desarrollados de los que están retrasados.

En segundo término porque el alto consumo de rodados constituye el gran símbolo y síntoma de la redistribución del ingreso que pregona el discurso kirchnerista como principal logro de su gestión.

Así lo expone con elocuencia el experto en consumo Guillermo Oliveto: "En una sociedad que construyó su identidad bajo la impronta de la movilidad social ascendente, el 0Km -símbolo por antonomasia de la autonomía de movimiento- tiene múltiples significados, pero hay uno que sintetiza todos los demás: ‘Llegué'".

Es por eso que un eventual enfriamiento del mercado automotor es visto en el Gobierno con preocupación.

Significaría, ni más ni menos, que la confirmación de que la fase expansiva del "modelo", con el consumo como motor de la economía, está mostrando un agotamiento.
Hoy muy pocos se animan a afirmar de manera contundente, como lo hizo el titular de ACARA, que se puede "proyectar un año que finalizará con incrementos por sobre el anterior y se establecerá una nueva marca histórica".

Lo cierto es que para superar los 857.983 autos vendidos en 2011, el sector tendrá que hacer un esfuerzo que no parece tan viable.

A diferencia del año pasado, cuando todavía la economía del país crecía a tasas chinas, ahora los economistas debaten sobre si habrá un modesto crecimiento de 2% o si, directamente, las cifras mostrarán una caída de la actividad.

El primer semestre terminó con ventas en torno de los 459.470, por ende, para alcanzar los niveles del año pasado habría que vender en la segunda mitad de 2012 un promedio de 66.000 autos mensuales.

Parece un número accesible, pero debe considerarse que en diciembre las ventas suelen caer casi la mitad, debido a una cuestión estacional, porque la gente posterga los patentamientos para enero, de manera que el auto figure como un modelo más "joven".
Entonces, para equipar a los números del 2011, la comercialización -desde julio a noviembre- debería situarse en torno de los 72.600 autos mensuales.

En otras palabras, un 7% más que la cifra que se registró en el frío junio.

Definitivamente, el principal emblema del consumismo K da muestras de estar bajando un cambio.

Informe: iProfesional.com

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