Por Marcelo Ramal |
Los expedientes en cuestión quizá no hayan sido fugados por
Cirigliano, porque la intervención estatal al Sarmiento se quedó con todos los
archivos de la empresa. Es que esos archivos son la muestra de diez años de
vaciamiento del presupuesto en favor de los privatizadores. Por esta misma
cuestión -desaparición de expedientes-, el juez llamó a declarar a los dueños
de Ferrovías y Metrovías, herederos de Cirigliano en el Mitre y el Sarmiento.
Sospecha, por lo tanto, de que hay una fuga ‘pactada’ de información -lo que no
debería sorprender, ya que son socios en la Unidad de Gestión del Ferrocarril Roca. En esa
Ugofe, otras ‘carpetas’ deben dar cuenta del desvío de subsidios en favor de la
burocracia sindical ferroviaria para precarizar trabajadores y contratar
patotas. A medida que pasan los días, el crimen de Mariano Ferreyra, cuyo
juicio aún no tiene fecha de comienzo, se enlaza implacablemente al conjunto de
la crisis política.
Derrumbe de una
organización social
Lo que prueban las carpetas fugadas por Cirigliano es el
derrumbe de la organización social montada por el kirchnerismo. El vaciamiento
del Tesoro, del Banco Central y de la
Anses alimentó, por una parte, a Cirigliano y a sus socios
para sacar a flote las privatizaciones menemistas. Por el otro, ‘reconstruyó’
la hipoteca de la deuda externa.
Hoy, las dos mochilas se han vuelto ilevantables. Los
subsidios a las privatizadas consumirán, este año, más de 80.000 millones. Pero
después de la masacre de Once, la pretensión de remplazarlos por tarifazos
plantea una completa crisis política: el pueblo debería costear no una red de
servicios públicos renovada o expandida, sino trenes, rutas, usinas o
refinerías en ruinas. En cuanto a la deuda externa, los intereses y el capital
a pagar este año s! uperan al saldo de la balanza comercial. Pero el panorama
es aún más grave para los próximos años: por eso los seguros contra un ‘defol’
de Argentina no cesan de subir de precio.
Queda claro que la crisis no es ‘cambiaria’, sino que se
expresa a través del órgano más sensible: la moneda. Los economistas opositores
recorren la televisión convocando a ‘reducir el gasto’. Naturalmente, no se
refieren a la carga de la deuda externa o a los subsidios a los capitalistas,
sino a reforzar el cepo contra los salarios y a liberar tarifas. Con voz calma,
disimulan una declaración de guerra contra la clase obrera -la cual, de todos
modos, no son ellos quienes deberían ejecutarla.
Crisis de gabinete
El gobierno, ¿está muy lejos de esa orientación? El representante
de La Cámpora
en el gabinete, Axel Kicillof, salió al cruce de los rumores de pesificación.
El apartamiento de De Vido de la nueva YPF y la prisión de Cirigliano podrían
estar anunciando una crisis de gabinete.
© Prensa Obrera
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