Por Martín Risso Patrón |
Doña Clota, el ministro y la Educación
Abrir nomás el matutino
del domingo con el café oloroso es un placer como pocos; y más, si he sido
testigo de ese jazmín nacido en otoño. Cosas más y cosas menos, de manera
alternada iba registrando la crónica semanal, desandando columna por columna
las noticias, hasta que la inefable Doña Clota, que volvía de la misa de 7 con
su negra mantilla, su vetusto misal y su rosario perpetuo, me espetó: “¿...vio el jazmín?”, para en seguida
concluir sin transición “¡...pobre el
chiquito ese de Cachi, internado por los golpes...!” Pura realidad, vea,
que ni el Aleph de Beatriz Viterbo. Era justo la página 30 del cotidiano local,
aquella, la que me estaba metiendo una angustia inesperada esa mañana. Tiene
razón la Vieja ,
pobre chico, golpeado, lastimado, sufriente y sin saber que su caso ha ocupado
la mismísimo ministro de Educación de la provincia. Que no es poco.
La crónica, impecable,
con precisión informa de las heridas que sufriera un niño de 8 años en la
escuela en un confuso hecho del que al principio no se conocían detalles. El
asunto es que el niño está ahí, internado, y su madre afirma que ha sido
golpeado por otro u otros compañeros mayores; la Directora escolar había
minimizado la cuestión, según el cronista.
Un caso más. Algo que
los entendidos llaman buyin, o algo
así, no me pidan precisiones... [¡Ahí está!; la Veterana me tiró el
bilingüe: Bullying = Matonada en la
escuela]; “...patoteada”, adorna la
culilla. Un matón escolar que ha golpeado al chico en Cachi. Al menos, es la
conclusión a la que llego leyendo la noticia.
Pero cuando el redactor
relata las apreciaciones al respecto del ministro educativo Roberto Dib Ashur,
economista de nota, entonces el domingo con café se me aparece como un lunes
negro. Primero: el ministerial empleado del Pueblo encarrila por la vía del costado:
Admite que no cuenta con índices sobre el buyinaje
en la provincia [que a todas vistas, por
lo que registra el matutino es mucho, variado y atroz]; para ello
argumenta, vea, con algo que me deja escarchado: “Nos hemos planteado distintas hipótesis para una época en la que
intervienen tecnologías y muevas costumbres de los jóvenes de las que no
tenemos antecedentes” [sic, la nota del diario, claro], y ahí nomás, para
no errarle afirma que “existe poca
bibliografía acerca de la situación, por lo que hay que resolver caso por
caso...”. No hay vuelta, se plantean hipótesis cuando la comprobación
empírica es concluyente: El chico está golpeado, y nos cuestionamos
científicamente porqué está golpeado... y para colmo ¡sin bibliografía que nos
ayude! A continuación, meta nomás con la propaganda oficial: Que hay
actividades extracurriculares, que hay 2.000 becas que entrega la provincia...
y la patética autorreferencia: Comenzamos
con trece centros de actividades juveniles y ahora hay 94..., sumándole las escuelas
abiertas y los cerca de 60 centros infantiles...
La patoteada que no cesa, bajo estudio
¿Se entendió lo que
quiso decir el empleado administrador de la educación del Pueblo? La patoteada escolar sigue y seguirá,
porque, aplicando el método científico, por ahora, la patoteada es una mera
hipótesis, y habrá que comprobarla para emitir un juicio; y ojo, con el
agravante de que no hay bibliografía.
Eso sí, se usa el presupuesto para hacer cosas extracurriculares que, dado ese
precedente, no se sabe con certeza para qué se hacen: centros, escuelas
abiertas, más centros... etcétera. Meridianamente el ministro confirma aquello
de que existen tres tipos de mentiras: 1) Las mentiras crueles, 2) Las mentiras
piadosas, y 3) ¡Las estadísticas...! Economista de nota, el ministro, y sus 94
centros y las 2.000 becas... y el buyinaje
emperrao en destruir la Educación , bajo estudio.
¡Sí hay bibliografía!,
ministro
Existe la bibliografía,
ministro Dib Ashur, para entender la patoteada escolar, y combatirla: La Constitución
argentina, la
Constitución provincial de Salta, las leyes de todas las
jurisdicciones, el reglamento general de Escuelas, el Código Penal, las Actas
de reuniones de padres en las Escuelas... y, si quiere, sigo...
Deje de mantener a
burócratas pedagogizantes que hacen del flatus
vocis la razón de ser de su despacho ministerial, mientras le eluden el
cuerpo a la realidad escolar, dicho esto
con todas, todas las excepciones posibles, y que le caiga el sayo a quien le
quepa. Deje de inaugurar otra cosa que no sea la ley y el orden en las escuelas, defender a los directores y maestros, aplastar con toda la fuerza
de su autoridad institucional la prepotencia de padres golpeadores de
docentes... de acabar con el Bullying
ahí donde mismo está, en el patio escolar. Deje de administrar a la Educación como
economista devenido pedagogo. La política de Estado se funda en las leyes y en
lo que el Pueblo quiere, no en peregrinas hipótesis y bibliografías; eso, el Pueblo no lo quiere. Recuerde el
principio peronista de gobierno [se lo recuerdo porque usted está ejecutando la
administración justicialista de la
Educación en Salta, y le viene bien conocerlo]: “La
verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el Pueblo quiere,
y defiende un solo interés: el del Pueblo”, [primera de la Veinte Verdades ].
Con el debido respeto de
un simple Profesor jubilado que estimula su ignorancia y curiosidad, mirando su
jardín y leyendo el diario.
Y escribiendo estas
notas, con destino de hemeroteca…
Y de algún gobernante
realmente comprometido en hacer realidad las esperanzas.
©
MRP
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