Daniel Scioli (izq.) mide más que Cristina y Juan Manuel Urtubey no mueve el amperímetro . |
El kirchnerismo buscará quitarle a Scioli el control del PJ
bonaerense, un ámbito donde desde hace tiempo no se definen las candidaturas,
pero el gobernador podría usar como base de sus aspiraciones presidenciales que
blanqueó el sábado.
Suspendida la reunión del Consejo Nacional del PJ prevista
para el viernes en el Chaco, con el objetivo de definir una fecha de elecciones
para renovar mandatos próximos a vencer, se habría un acuerdo para prorrogarlos
hasta fin de año o comienzos de 2013 y se enganche con la definición de
candidaturas. Esto podría definirse la semana próxima, pero en Buenos Aires.
Los consejeros podrán hablar sobre los temas que lo aquejan
en el clásico ítem de “actualidad nacional”, infaltable en cada orden del día.
“Y ahí hablaremos del PJ bonaerense. De la renuncia de (Hugo) Moyano”, deslizó
a LPO el legislador porteño Juan Carlos Dante Gullo, miembro de la mesa
directiva del PJ y de los más cercanos a la Casa Rosada.
-¿Van a decidir el futuro del PJ bonaerense desde el Consejo
nacional? – consultó LPO.
-No. Sólo vamos a conversar –aclaró el diputado.
La renuncia de Moyano dejó el Consejo provincial en manos de
la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, quien siempre
se mostró como leal a Cristina Kirchner, pero el viernes no dudó en defender a
Scioli de la embestida de Gabriel Mariotto.
El resto de la cúpula también es más cercana al gobernador
que a sus detractores de la
Casa Rosada. El intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, es
el secretario general; el senador Osvaldo Goicoechea, artífice de la Juan Domingo , es el
adjunto; el jefe comunal de Hurlingham, Luis Acuña; y José Pampuro, director
del Banco Provincia, es el secretario político.
Según pudo saber LPO, este grupo ya estaría punteando a los
47 consejeros para ver si podía sesionar a la brevedad, como un gesto simbólico
a Scioli. El principal vocero K es José Ottavis, quien solía recibir retos de
los históricos caudillos (Acuña lo maltrató el año pasado en Sierra de los
Padres) y ahora se venga desde la vicepresidencia de la Cámara de Diputados.
Los mandatos del PJ bonaerense vencen en diciembre y además
de la Juan Domingo ,
el sciolismo busca contención con un armado sustentado en el círculo íntimo del
gobernador.
Como bien describió Moyano para justificar su partida, el PJ
bonaerense no tuvo incidencia en el último cierre de lista, cuando su apoderado
Jorge Landau, quien también ostenta ese cargo en el partido nacional, cerraba
las actas junto a Carlos Zannini sin importar los anhelos de los consejeros
provinciales. La mayoría supo el domingo que varios jóvenes de La Cámpora representarían a
sus regiones.
Pero al kirchnerismo no le agradaría que el partido sea un plataforma
simbólica de Scioli, quien el sábado fue claro al señalar que sólo desistiría de sus aspiraciones si la Presidenta es
habilitada -vía reforma constitucional- a competir por otro mandato.
Como muestra del alcance de su definición Curto y Acuña no
dudaron en apoyarlo, aun cuando ambos saben que pueden recibir una represalia
de Nación. “Están cansados de que les metan listas paralelas. A Acuña le
pusieron varias y metió los 10 concejales”, recordó una fuente de la primera
sección.
Alerta en la
Casa Rosada
El kirchnerismo acusó el impacto de las confesas
aspiraciones de Scioli. El periodista Horacio Verbitsky, habitual vocero de los
deseos de Cristina, lo invitó a abandonar la gobernación para encabezar la
lista de diputados el año próximo.
No fue un ofrecimiento inocente: con su nombre y foto, el
gobernador permitiría sumar muchos diputados, necesarios para impulsar una
reforma constitucional.
Además, este esquema bloquearía un plan suyo de apadrinar
una lista propia para quedarse con varias bancas que ya es coordinada por
Alberto Fernández, como adelantó LPO. Una de las primeras reuniones del ex jefe
de Gabinete fue con el intendente de Malvinas Argentinas, el rebelde Jesús
Cariglino.
La alarma kirchnerista ante la declaración de Scioli fue tan
evidente, que en las últimas horas se vivió una catarata de declaraciones de
voceros kirchneristas contra el gobernador, efecto cascada que suele dispararse
desde alguno de los principales despachos de la Casa Rosada.
El primero en cuestionarlo públicamente fue el diputado
provincial Fernando "Chino" Navarro, integrante del Movimiento Evita,
uno de los más activos en impulsar la re-releección de Cristina. También lo
cruzó Julián Domínguez, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación que cree que si hace
todo bien en 2015 puede tener una chance de competir por la Gobernación. Y lo
mismo hizo el senador Aníbal Fernández.
Cerrar el cerco
En rigor, las advertencias verbales no son más que el
correlato del plan trazado en la
Casa Rosada para forzar a Scioli a resignar sus aspiraciones
presidenciales o en todo caso condicionarlo in extremis.
La receta es conocida: ahogo financiero, presión política
desde la Legislatura
y diálogo directo con los intendentes, quienes según como se comportan reciben
o no fondos para obras públicas, que coordinan directamente Julio de Vido y
Gabriel Mariotto.
Sin embargo, lo que parece un plan perfecto no logró hasta
ahora calar en lo más importante. Es que Scioli mide mucho, incluso más que la
presidenta según las últimas encuestas de Aresco (de Julio Aurelio) y Managment
& Fit (de Mariel Fornoni).
Por eso sus palabras encendieron las alarmas de la Casa Rosada , que no suele
inmutarse ante afirmaciones similares de otros aspirantes al sillón de Rivadavia
como el salteño, Juan Manuel Urtubey, que pese a sus esfuerzos no logra mover
el amperímetro electoral a nivel nacional.
El kirchnerismo se alteró más cuando en los últimos días lo
vio fotografiarse con el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota , y sobre todo con el
intendente de Tigre, Sergio Masa, otro de los políticos que más mide en el
país.
Es que el kirchnerismo sigue sin solución fácil para el principal
problema que plantea la política: la solución. Por eso los sectores más duros
que rodean a la presidenta, tienen una frase que define su estrategia: "La
continuidad de Cristina es Cristina". La alarma que por estas horas impera
tiene que ver con que las últimas mediciones indican un rechazo pronunciado de
la sociedad por una nueva reforma constitucional que habilite a la Presidenta la posibilidad
de competir por un tercer mandato.
La encuesta de Management & Fit
La imagen de la presidenta cayó casi un punto desde marzo y
más de 20 puntos desde septiembre del año pasado, destacó Mariel Fornoni, de
Management & Fit, en Radio Continental. Macri también cayó. La imagen
siempre ascendente del gobernador bonaerense.
La imagen del gobernador bonaerense Daniel Scioli se afirma
con un respaldo superior al 51 por ciento, muy por encima inclusive del apoyo
que logra la presidente Cristina Kirchner y el jefe de Gobierno porteño,
Mauricio Macri, según una encuesta encargada por La Nación.
Un reciente sondeo que elaboró Management & Fit para
evaluar la opinión de los ciudadanos sobre las respectivas gestiones de
gobierno de los mencionados dirigentes indicó que el mandatario provincial es
el que mejor logró mejorar la percepción de la gente.
El relevamiento nacional que la consultora realizó entre el
4 y el 8 de mayo, y en el que se consultaron un total de 1.500 personas,
refleja que la imagen de Cristina Fernández retrocedió del 42 por ciento al
41,09 por ciento, comparándola con las mediciones de marzo pasado.
"Si bien a nivel nacional tiene muy buena imagen no
pudo recuperar la caida de 17 puntos que tuvo en el primer trimestre",
señaló Mabel Fornoni en declaraciones a Radio Continental.
Por el contrario, la analista contó que "el único que
parece haber quedado a salvo de la percepción de la opinión publica, que parece
haber permanecido fortalecido es Daniel Scioli". Y aseguró que las tensas
situaciones que mantiene con su vicegobernador Gabriel Mariotto y con el núcleo
más duro del kirchnerismo "lo han favorecido".
Por otro lado, comentó que Macri "tiene muy buena
imagen en la Ciudad ",
pero que fuera de ella existe "un núcleo duro del 35% que no lo
acompañaría".
El diferencial entre imagen positiva y negativa del
gobernador bonaerense es de 38, el mayor entre estos tres dirigentes. El de
Cristina es de 15 y el de Macri es por lejos el menor: sólo cuatro puntos.
Aunque ese descenso puede no ser significativo, la caída es
mayor si se toma la referencia de febrero pasado, cuando la imagen de la
primera mandataria superaba los 59,4 puntos. Además, en septiembre del año
pasado el apoyo a la gestión presidencial era mayor al 64 por ciento, destacó
por Continental Mabel Fornoni, titular de la consultora.
Informe: LPO
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